“Muchos pacientes entran a nuestra clínica dental llorando de dolor y salen llorando de alegría!”
Thiago, Tiziano y Joris son sus pasiones, los dos primeros, sus hijos, y el tercero, su pareja. Luego, la odontología, ser dentista. Si algo tenía claro Brenda cuando siendo una niña paseaba por las hermosas calles de Buenos Aires es que de mayor quería ser dentista. Dentista es su padre, y dentista es su madre. De casta le viene al galgo.
Capaz de cambiar en un instante y sin inmutarse del melódico soniquete bonaerense al sevillano más castizo. A Brenda, argentina de nacimiento y sevillana de adopción, se le iluminan los ojos cuando habla de Sevilla. Le encanta pasear por sus estrechas calles, se ha enamorado de la Semana Santa y es una loca de la feria (de la de Abril y de las de todo el Aljarafe). Y es que, a pesar de contar poco más de treinta años, ya lleva con nosotros casi dos décadas. Aquí hizo la carrera de Odontología y aquí, en Sevilla, empezó a trabajar. En Mairena del Aljarafe, su casa.
Pasional, enérgica, y con una capacidad para empatizar asombrosa. Es difícil verla parada. Apenas se detiene. Le gusta lo que hace, ama su profesión. Y es que, a pesar de su ya larga trayectoria, se sigue ilusionando cada vez que entra en su gabinete con un paciente. Y eso, se nota…
Vamos a conocer un poco mejor a Brenda Patorniti…
Tu padre dentista, tu madre dentista… ¿no estabas ya harta de dientes?
Para nada! Ni siquiera recuerdo cuando fue que decidí ser dentista, yo creo que es algo que se lleva en la sangre, nunca mejor dicho! Cuando algo apasiona, no te aburre nunca!
En cualquier trabajo hay momentos duros y otros reconfortantes. Los duros vamos a dejarlo para otro día, háblanos de esos momentos en lo que piensas: “¡Qué bonito es mi trabajo!”.
Uy!!! Los momentos reconfortantes son sublimes! Y gracias a Dios son diarios! Lo que más amo de mi profesión es la repercusión que tiene en la vida de los pacientes, no hay nada más gratificante que significar algo para un desconocido, alguien que de pronto conocés (aquí se le ha ido su acento argentino… :)) porque está con molestias, o sin poder sonreír por pudor, y de momento empiezas a tratarlo, y al terminar, el impacto en la vida de esa persona es tremendo. Muchos pacientes entran a nuestra clínica dental llorando de dolor y salen llorando de alegría! Esa es nuestra mayor recompensa.
Nos cuenta un pajarito que flipas cada vez que tienes que poner un implante. ¿Por qué?
Hay algunos dentistas que se decantan totalmente por una rama de la profesión, a mí me apasiona en su totalidad, por lo que cada año continúo con formación especializada en cada área para mantenerme actualizada. Pero es cierto que si tengo que decir qué es lo que más me gusta, diría que es la cirugía. La tecnología que rodea el mundo de los implantes dentales es asombrosa, y estoy muy orgullosa de todos aquellos profesionales que han invertido y continúan invirtiendo tiempo y esfuerzo para que podamos brindar mejores tratamientos a nuestros pacientes. Pensar que en mis manos está poder devolver función y estética a un paciente que ha perdido sus piezas dentales es cuanto menos abrumador.
Dicen algunos amigos que cuando hablan contigo intentan, disimuladamente, taparse la boca. Si no lo hacen… saben que Brenda amiga se convierte en Brenda dentista, y les haces un diagnóstico con una mirada inquisidora. Dentista 24/24?
Sí, supongo que es deformación profesional, es inevitable que la vista se vaya a la boca, y además, conociendo los problemas que vienen después, cuando no se viene a tiempo a revisión… una siempre intenta que a los amigos no les pase, e insisto en que se cuiden para no tener dolores y problemas oclusales en el futuro. Y lo que más me preocupa con mis amigos es los hábitos que me gustaría que le inculcasen a sus hijos: la higiene diaria, y a consciencia, al menos 3 veces al día, nada de zumos azucarados, y menos por la noche, y el uso prudente de bibis y chupes.
Una curiosidad, ¿el mate es malo para los dientes?
El mate es riquísimo, y lo mejor es el momento que se comparte con los amigos. Es cierto que todos toman de la misma ” bombilla” y eso hay gente que no le agrada, pero normalmente no pasa nada. Evitar compartir mate si se tiene enfermedad periodontal o herpes labial es importante. Y con respecto a consumirlo, lo único a tener en cuenta es lavarse muy bien los dientes porque tiene muchos pigmentos que ocasionan manchas en la superficie de los dientes
Ah, se me olvidaba, ¿algún consejillo para aquellos que tienen miedito al dentista?
¡Qué vengan a conocerme! Alguno pensará que “no tengo abuela”, pero es que en nuestra clínica, familiar y en constante actualización en conocimientos y tecnología, estamos súper pendientes de la persona que entra por la puerta. Podría aventurarme a decir que el 80% de los pacientes que vienen a la consulta tienen miedo, o “respeto” al dentista, pero con la cercanía con la que los atendemos, la paciencia y los detalles que tenemos logramos que venir al dentista sea un momento agradable y divertido!!